Ya se puede volver a disfrutar del interior de la caverna en todo su esplendor mediante grupos reducidos, esto supone un aforo más reducido si cabe del que ya venía teniendo la cueva por motivos de conservación. Así todo, las personas que puedan acceder disfrutarán de las fabulosas pinturas realizadas por los primeros riosellanos, pobladores ancestrales de tan bonito lugar.
Este es un atractivo más a sumar de cara a la temporada de turismo de este verano en Ribadesella, que poco a poco, intenta recuperar la nueva normalidad, donde el uso de mascarillas y el distanciamiento social marcaran la pauta.